Una sociedad de una empresa es lo más similar a un matrimonio. En el matrimonio se pasa un proceso primero para seleccionar pareja y normalmente conoces a varias personas antes de elegir. Primero te conoces, y si coinciden en formas de pensar, en los sueños, en los deseos y hasta en la forma de resolver conflictos. Muchas veces, lo más importante del matrimonio, además de ser feliz, es que tu pareja saque lo mejor de ti mismo, y cuando encuentras esto en una pareja, normalmente se avanza al matrimonio.
Una sociedad de negocios debe funcionar más o menos bajo las mismas premisas: a la hora de escoger quién puede ser tu socio(a), piensa en alguien que te genere ser una mejor persona o mejor empresario desde el punto de vista de negocios.
Hay que entender que normalmente hay 2 tipos de socios: socios pasivos y socios activos.
Los socios pasivos son los que principalmente aportan la inversión, el capital. Te pueden ayudar con relaciones, pero no van a ser socios activos en la operación del negocio, no participarán en el día a día. Te pueden ayudar con el capital y mucho con sus relaciones, pero normalmente no te generan valor en la operación, ya que no se involucran en los detalles y aunque quieran aconsejarte, su consejo normalmente será superficial, excepto en las áreas de su experiencia las cuales debes aprovechar.
Por un lado, dejan operar con cierta libertad a la dirección y confían en las decisiones que esta tome, pero también, al ser los que aportan el capital, normalmente buscan una mayor participación del negocio y control para las decisiones más trascendentales. Más que por el valor económico que aportan al negocio, debes voltear a ver su red de relaciones y que su área de experiencia sea algo que te pueda aportar al negocio.
Por otro lado, los socios activos o socios operativos pueden tener una posición directa en la organización. Pueden tener responsabilidades específicas y un sueldo de la compañía, o ser consejeros muy activos que se involucran en lo que sucede en el negocio. Pueden ser inversionistas pero que quieren estar más activos dentro del negocio de la mano de la dirección y la gerencia, supervisando, en consejos administrativos, en las asambleas.
Este tipo de socios pueden ser un gran valor agregado, ya que pueden complementar a la dirección, pueden ayudar en la estrategia y dirección del negocio que puede acelerar el crecimiento y éxito. Sin embargo, el socio erróneo puede ser un quita tiempo, una persona que frena decisiones y que quita autonomía; puede estorbar o desviar la gestión de la dirección del negocio, lo cual normalmente no genera buenos resultados, por más buenas que sean sus intenciones.